miércoles, 20 de septiembre de 2017

El respiro


Se detuvo la sangre en mis manos,
con la arena y las olas,
con el sol y las hojas
se perdió mi cuerpo en tus brazos.

Un adiós.
Despedidas y lágrimas de sal.
El fervor,
el fuego y el miedo a volar.

El temor
a comenzar a respirar
durante quince días,
sobre los andenes,
bajo las estrellas.

El pavor de la vida
en la grandeza del mar.
La gravedad de mi mirada
al alcanzar la soledad
y separarse del humo.

Traquetean mis dientes.
Esclarecen las nubes de mis ojos.
Me recorre un viento frío
que calienta el corazón. 

Patria muerta y querida,
necesito caminar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Septiembre

Triste dama torcida que habita en mis adentros, ¿cuán clavadas están tus espinas en el gris ojo del cuervo? Palpita. Y a cada seg...